Saladillo/BA. Este 25 de Mayo, en un feriado nacional muy especial por todo los cambios que vive el país, Saladillo mostro una faceta muy especial. No fue un día no laborable más, ya que mostro un importante sector de la comunidad llevando adelante sus actividades comerciales habituales, muchos durante la mañana y otros comercios extendiendo sus horarios por la tarde.
Sin duda, hay una gran necesidad de trabajar. Muchas ganas en la sociedad de no bajar los brazos, de no rendirse ante las adversidades, de gritar a los cuatro vientos, que se puede hace «patria trabajando».
Y eso más allá del derecho que todos tenemos al descanso, es un buen síntoma. Se vislumbra que esta resurgiendo ese capital que hizo grande a la Argentina y que mostraron con orgullo nuestros antepasado, que es tan simple y eficaz como, volver a la cultura del trabajo.
Cuando aparecen las crisis, ya sean familiares, comerciales o políticas, la única salida es el sacrificio para no perder el tren que nos permita seguir soñando, entender que dependemos de nuestro propio esfuerzo sin esperar la ayudas milagrosa que a la larga nos paralizan.
No se trata de ponerse de una lado o del otro, de ser oficialistas o estar en la vereda de enfrente ideológicamente, hay un momento en la vida en el cual decidimos, o nos quedamos en la crítica que nos paraliza o ponemos nuestro amor propio como bandera esencial para salir adelante.
Saladillo entendió un mensaje trascendente, el que muestran los pueblos fuertes que nunca bajan los brazos, el mensaje del sacrificio, el que ayuda a que la la esperanza se haga realidad, el no quedarse de brazos cruzados en la queja constante que en nada ayuda.
Este 25 de mayo, desde una ciudad que crece y crece no solo por sus gobiernos, sino por una población que nada la detiene, salió una mensaje a tener en cuenta.
Más allá de todo, la única solución es volver a la «CULTURA DEL TRABAJO. ¡Bienvenida esta actitud ejemplificadora!. (César Morón).
